Nos ha gustado leer en la Introducción del número 151 de los Cuadernos de Cristianisme i Justícia, titulado Vidas Itinerantes (Apuntes para una teología interreligiosa de la migración), que ha elaborado Jaume Flaquer García, sj., profesor de la Facultad de Teologia de Cataluña y Master en Estudios Islámicos, ideas que compartimos plenamente y que hemos expresado en otros marcos.
Paso, sin más, a ofrecer un fragmento de dicha introducción.La inmigración es uno de los principales retos que tienen planteados las sociedades occidentales y España en particular. Tenemos entre todos el desafío de crear una nueva sociedad donde participen tanto inmigrantes como autóctonos. No es suficiente que los inmigrantes se esfuercen por integrarse ni tampoco que el país receptor se preocupe por brindar una buena acogida a estos nuevos ciudadanos. Es preciso una verdadera transformación social. El resultado no será la suma de los elementos culturales de cada una de las culturas que entran en relación. Las culturas no son "sumables", ya que algunos elementos quedan yuxtapuestos en la nueva sociedad, otros se mezclan tomando matices de cada una de ellas y otros elementos son opuestos o incompatibles, como es el caso de muchas leyes y normativas de estructuración social y política.
Reflexión muy acertada y que debe hacernos repensar nuestra forma de enfocar el siempre complejo, difícil, pero enriquecedor fenómeno de la inmigración.
Dedicaremos otros artículos a glosar el texto citado de Jaume Flaquer.
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