Hemos elegido el nombre de Odiseo porque para nosotros simboliza la figura del inmigrante, de quien recorre el mundo y experimenta la alegría o el dolor que causa la acogida o el rechazo de aquel pueblo que lo recibe. Queremos ser como Alcínoo, rey de los feacios, quien en la Odisea de Homero, recibe a Ulises con estas palabras:
Oíd lo que os digo, las palabras que mi corazón en el pecho me dicta. He aquí un huésped que no sé quién es; llegó errante a mi casa, venga ya de poniente o de donde amanece la Aurora, nos suplica encarecidamente que lo acompañemos.

martes, 31 de marzo de 2009

Internamiento


Transcribimos lo que hemos podido leer hoy en la edición digital del periódico El Mundo, en una información de Pedro Simón:

Serán parados por la calle y se les enviará al fondo de la sala. Se les darán mil vueltas de gallinita ciega y se tapiará la salida del laberinto. Echarán la llave y los guardianes se comerán el candado porque así lo permite la ley.
Sin ruido ni voces en contra, el Gobierno ha abierto ya la vía legal al internamiento de clandestinos en España hasta año y medio. Aunque el artículo 62 del anteproyecto de la Ley de Extranjería aumenta los 40 días actuales de estancia en un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) a 60, lo cierto es que una excepcionalidad que recoge el mismo precepto consagra la eternización de su reclusión, a imagen y semejanza de la directiva de la vergüenza que le saca los colores a Europa.
Dice así: "El cómputo del plazo quedará suspendido mientras dure la tramitación y resolución de los procedimientos de asilo o de habeas corpus iniciados. Igualmente procederá dicha suspensión en caso de enfermedad del extranjero o por otras causas no imputables a la Administración que impidan o dificulten su salida de España".
Hasta ahora el Gobierno había vendido como titular de su reforma la consabida e "inevitable" ampliación a dos meses de la permanencia bajo vigilancia policial de los sin papeles. Pero el Grupo Inmigración y Sistema Penal (integrado por magistrados, jueces, fiscales, profesores y abogados) ha cavado hondo, ha traducido la letra pequeña y ha dejado al aire las cañerías de una norma que amenaza con quebrar el sueño de los que llegan encerrándolos sin fecha de caducidad.
El documento tiene 18 páginas, pretende modificar el plan del Gobierno en la tramitación parlamentaria y tilda el anteproyecto de "intolerable retroceso en los derechos de los extranjeros y en nuestro Estado de Derecho". "A diferencia de la actual regulación», concluye, «la propuesta permite que el plazo de 60 días se prolongue sin límite en determinadas circunstancias".
Las determinadas circunstancias a las que alude el informe son tres, los tres senderos que llevan a una pena infinita y berlusconiana. Que se lo digan al maliense Babou. Que se lo digan al boliviano Juan.
Los críticos al anteproyecto creen que internar sine die "mientras dure la tramitación y resolución de los procedimientos de asilo y de habeas corpus" conlleva "sancionar el ejercicio de dos derechos reconocidos por nuestra Constitución". En segundo lugar, hacerlo por enfermedad "supone una discriminación intolerable por razones de salud", como si al preso no se le computase el tiempo de privación de libertad mientras estuviese convaleciente. Y finalmente, está la última excepción, la que abre todos los cepos y tiende todas las celadas: suspensión del internamiento "por otras causas no imputables a la Administración que dificulten su salida de España".
De salir adelante la norma como está, se condenaría a la prolongación del encierro vigilado "en casi todos los supuestos en que concurran dificultades para emitir o hacer efectiva una orden de expulsión". La casuística que cabe en este cesto es demolera. Al clandestino se le congelaría el contador de días, pongamos por caso, porque se desconociera su nacionalidad, porque no hubiera convenios de extradición con su país de origen o porque éste no proporcionara la documentación necesaria.

'Dormía en el suelo porque en la celda éramos 12'
En Mali era vendedor de zapatos y aquí llegó a vigilante de obra nocturno, la vida a oscuras dentro de una caseta, durmiendo y echando las cuentas de la lechera a solas bajo la vía láctea. Hasta que se hizo pedazos el cántaro. Menudo sueño.



"Me paró la Policía por la calle y estuve 17 días en el CIE. No había hecho nada pero me metieron allí dentro... En la habitación había camas para ocho y en la mía éramos 12. Yo dormía en el suelo", recuerda. "No puedo entender que ahora quieran meter a la gente hasta 18 meses en un sitio como ese. Eso no lo puede aguantar nadie, es imposible, no es bueno, no es bueno".
Llegó a Tenerife en un cayuco con 84 personas cagadas de miedo. Dos años y medio después, tiene la ropa seca, pero es el mismo náufrago con sólo arena entre los dedos. No hay trabajo, no hay familia, no hay futuro. Padre ya le ha dicho que no pasa nada, que vuelva. Se lo viene diciendo desde hace meses: "No te preocupes, estamos aquí, ven, hijo, ven".
"Si no tengo trabajo me voy. Ahora estoy haciendo un curso de jardinería. No valgo para estar parado". Si regresa, dejará atrás a su novia brasileña, el maletín de sueños y esa niña a la que no abrazó.
Se trata de la bebita de una de las dos mujeres ecuatorianas que le tienen alquilada la habitación. Tiene casi un año. Babou procura no hacerle caso a la pequeña. Ni cuando le hace una pedorreta. Ni cuando le va con el elefante de colorines.
Babou lo aclara: es que no se quiere encariñar.

'Me pegaron una paliza por coger la manta de un deportado'
Pasaba un día y otro día y el padre no aparecía por casa. Así que la madre decidió llevar al pequeño Cristian, de 11 años, al centro de internamiento donde estaba papá. Para que le corrigiera los deberes y le hiciera el caballito. Tenían ocho minutos por delante, lo que manda un reglamento bruñido en hierro.
�¿Qué estás haciendo aquí dentro, papi?
�Estoy haciendo unos cursos no más, para el trabajo.
�¿Y por qué están estos policías?
�Para vigilar que no entre nadie malo a molestarnos, hijo.
El pequeño se fue a casa y presumió en el cole de que su padre trabajaba con la Policía. Papá estuvo en el trabajo hasta 40 días.
"Allí no se puede estar tranquilo. Los policías te sacan a gritos y a golpes, te desnudan. Duchan en agua fría a los que se portan mal. A los que son de mi país nos dicen sudacas de mierda y cosas así", señala Juan, casado y con dos hijos. "Un día me dieron una paliza dos agentes. Porque cogí una manta. Es verdad que no era mía. Era de un deportado. Pero tenía frío".
"El bebé tenía cuatro meses cuando me encerraron. Yo tenía una tristeza bárbara y lloraba... La gente no va a aguantar 18 meses dentro. El ministro Rubalcaba tiene que ser más flexible con los sin papeles. Porque nosotros hemos venido a trabajar honradamente", comenta. ¿Y mañana? "Me quedé sin trabajo. Tengo hijos y no me alcanza para la leche ya. De seguir así nos volvemos a final de año. Qué se le va a hacer".

En la propia noticia hay un video que no tiene desperdicio, con testimonios tremendos.


Algún video nos permite ver las condiciones de los centros de internamiento:




lunes, 23 de marzo de 2009

La hospitalidad, ¿un delito?

El Anteproyecto de reforma de la Ley de Extranjería tipifica como infracción grave "promover la permanencia irregular en España de un extranjero".

El artículo 53.2.c del citado anteproyecto, aprobado en el Consejo de Ministros el pasado 19 de diciembre, sanciona con entre 500 y 10.000 €. "a quien promueva la permanencia irregular en España de un extranjero", infracción que se tipifica como grave. Se considera que se promueve la permanencia irregular, "cuando el extranjero dependa económicamente del infractor y se prolongue la estancia autorizada más allá del plazo legalmente establecido".

El obispo de Sigüenza-Guadalajara y presidente de la Comisión Episcopal de Migraciones, monseñor José Sánchez, criticó "la hipocresía de las políticas de extranjería, porque se basan en defender los intereses de los países europeos". La Conferencia Española de Religiosos anunció que "seguirán ofreciendo hospitalidad a quien lo necesite, aunque no tenga papeles".

Es cierto que la Secretaria de Estado de Inmigración y Emigración ha intentado explicar la actitud del gobierno afirmando que éste no va a perseguir a las ONG que acogen a inmigrantes irregulares..

La noticia se puede leer aquí.

Con estos antecedentes, creemos necesario y conveniente publicar en su totalidad el siguiente comunicado:

Comunicado de la Plataforma de Entidades cristianas con los Inmigrantes sobre el Anteproyecto de Ley Orgánica sobre Derechos y libertades de los Extranjeros en España

Las Entidades continuarán siendo solidarias con los más vulnerables aunque la Ley lo prohíba.

Ante la aprobación por parte del Gobierno de un proyecto de Reforma de la Ley sobre Derechos y libertades de los Extranjeros en España (Ley de Extranjería), las entidades cristianas firmantes quieren unir sus voces y hacer público su rechazo a algunos artículos de este texto.
Una vez más, las propuestas legislativas enfocan el tema de las migraciones como un ámbito a regular con normas restrictivas y sancionadoras. Olvidan nuevamente que los/las inmigrantes son personas, con sueños, con ilusiones y con familias que dependen de ellos/ellas. Que han sido y pueden seguir siendo fuente de riqueza para nuestro país, tanto humana, como cultural y económicamente.
Más concretamente, nos preocupan gravemente estos aspectos del texto:
1. Riesgo que afloren actitudes de xenofobia. Los anteproyectos de Ley se debaten en el contexto de una crisis financiera y económica de gravísimas repercusiones sociales y laborales que está afectando ya de pleno los sectores más vulnerables. En este contexto, en las capas más débiles de la sociedad, el equilibrio social es frágil. Y existe el riesgo que afloren actitudes de xenofobia y racismo. ¿Es oportuno este momento para mermar todavía más los "derechos" de la población inmigrada? ¿De señalarla una vez más como extranjera? ¿Cuántos años deben pasar para que la persona que proviene de otro país sea ciudadana de pleno derecho?


2. Prolongación del periodo máximo de internamiento. Es precisamente sobre la condición de inmigración irregular que el anteproyecto de Ley pretende dar un nuevo giro, en la línea de dureza que España ha decidido adoptar a instancias europeas. Recordamos que, con motivo del debate, en junio de 2008, sobre la Directiva Europea de Retorno de inmigrantes, las Iglesias y entidades cristianas europeas ya mostraron "su profunda preocupación por el creciente uso de la detención administrativa de inmigrantes (hasta 18 meses de internamiento) a la espera de ser expulsados, en muchos países de Europa". Ahora, en el Estado Español, el Anteproyecto de Ley recoge este aumento (al pasar de 40 días a 60) y amplía los supuestos de internamiento, limitando así el derecho fundamental a la libertad y vulnerando la Declaración Universal de los Derechos Humanos (art. 13).
3. Prohibición y penalización de la solidaridad humana. Además, introduce un elemento grave - y éticamente inadmisible- al castigar la ayuda humanitaria (moralmente legítima, cristianamente imprescindible) que particulares o entidades presten a una persona inmigrada en situación irregular y sin recursos. Nuestras entidades y muchas otras, atienden cada día a centenares de personas en esta situación. También castiga el empadronamiento de un extranjero en un domicilio no habitual. Constatamos que esta situación se da frecuentemente con personas sin hogar, forzadas a tener una dirección si quieren ser consideradas ciudadanas a efectos administrativos.
4. Restricciones al derecho a vivir en familia. Constatamos que el endurecimiento que plantea el anteproyecto de Ley Orgánica de Extranjería no se limita sólo al ámbito sancionador, sino que va más allá y afecta a facetas tan fundamentales para las personas como es el derecho a reagrupar a los propios padres, que a partir de ahora tendrán que tener más de 65 años. La reagrupación sólo se podrá hacer si el hijo lleva más de 5 años de residencia regular en España, cuando la normativa europea establece que al hijo no se le podrá exigir más de 2 años de residencia regular.
5. Limitaciones al derecho a la educación. Por otro lado, aún cuando en algunos aspectos, este anteproyecto mejora el contenido de la Ley actual, a raíz de las diversas sentencias del Tribunal Constitucional que declararon inconstitucional algunos de sus artículos, no incorpora correctamente lo que ha dicho el Alto Tribunal sobre determinados derechos de todos los inmigrantes, como es el de educación, que el Anteproyecto limita a todos los menores de 18 años y a los mayores de esta edad que tengan residencia regular en España.
6. Trato incorrecto a los menores de edad. Este anteproyecto también ignora toda la legislación, nacional e internacional, en lo referente a los niños, y considera a los menores inmigrantes no acompañados como extranjeros, muy por encima de su condición de menores, que, según sentencias del Tribunal Constitucional, es la que debe prevalecer. Además, el proyecto no establece las medidas necesarias para que los menores extranjeros dispongan de una adecuada defensa y representación legal que vele por sus intereses en todos los procedimientos administrativos y ante los tribunales.
En consecuencia, las entidades cristianas que acogemos personas procedentes de países extranjeros rechazamos sin paliativos los artículos citados de este anteproyecto y manifestamos que no acataremos unas normas que contradigan principios éticos fundamentales o que vulneren los derechos humanos reconocidos en el Derecho Internacional y en nuestra propia Constitución.
Barcelona, 20 de marzo de 2009

Firman el comunicado:

ACO, ASSOCIACIÓN SOCIAL ESTE-OESTE, CARITAS, CINTRA-BENALLAR, CON VI VIM, CRISTIANISME I JUSTÍCIA, CRISTIANS PEL SOCIALISME, DELEGACIÓ DE PASTORAL OBRERA DE BARCELONA, DELEGACIÓ DE PASTORAL SOCIAL DE BARCELONA, EKUMENE, FUNDACIÓ ESCOLA CRISTIANA, FUNDACIÓ MIGRA-STUDIUM, GOAC-HOAC, GRUP DE JURISTES RODA VENTURA, JOC, JUSTÍCIA I PAU, INTERCULTURALITAT I CONVIVÈNCIA, PARRÒQUIA DE SANTA MARIA DEL PI, PASTORAL AMB IMMIGRANTS (PAI), RELIGIOSES EN BARRIS, UNIÓ DE RELIGIOSOS DE CATALUNYA (URC), BAYT-AL-THAQAFA.

Nosotros, como personas, cristianos y miembros de un programa que trabaja con inmigrantes no podemos sino suscribir el comunicado que hemos ofrecido, confiando en que, en su redacción definitiva, la reforma de la Ley recoja las recomendaciones sugeridas en el comunicado.

jueves, 5 de marzo de 2009

DE NUEVO EL C. I. E. DE CAPUCHINOS (MÁLAGA)




El pasado 20 de febrero hablábamos de la situación de una familia africana en el CIE (Centro de Internamiento de Extranjeros) de Málaga. En algunos de los enlaces hacíamos ver la deplorable situación de este centro.

Hoy nos hacemos eco del

COMUNICADO DE LA COORDINADORA DE INMIGRANTES DE MÁLAGA

3 de marzo 2009
Los internos del Centro de Internamiento para Extranjeros de Capuchinos (Málaga) denuncian las pésimas condiciones del centro y amenazan con una huelga de hambre. La Coordinadora de Inmigrantes de Málaga (CIM) ha recibido una carta firmada por 42 internos en la que denuncian las condiciones inhumanas del CIE, desapariciones de dinero y objetos e insultos racistas permanentes por parte de los policías hacia los internos y sus familiares. Los internos han asegurado a la Coordinadora de Inmigrantes de Málaga que en caso de que no mejoren las condiciones del CIE comenzarán una HUELGA DE HAMBRE INDEFINIDA. La Coordinadora de Inmigrantes de Málaga teme que algunos de estos internos puedan ser expulsados por la protesta y continuará la campaña por el cierre definitivo del CIE de Capuchinos con la celebración de asambleas y una próxima manifestación el próximo mes de abril para exigir el cierre del CIE de Capuchinos y que no se construya ningún otro en la ciudad de Málaga.

La carta original de puño y letra se puede leer aquí.



lunes, 2 de marzo de 2009

Preocupante

Podría enlazar directamente a la página del periódico donde he leído la noticia, que es El Mundo, pero utilizo la opción de "copiar y pegar", porque me parece interesante la información.

Los alumnos detectan pandillas y peleas interraciales en los colegios
Los hijos de los inmigrantes no quieren quedarse a vivir en España
Olga R. Sanmartín Madrid

En los colegios públicos las pandillas y las peleas interraciales están a la orden del día. Así lo admite la mayoría de los alumnos inmigrantes o hijos de inmigrantes –los integrantes de la llamada ‘segunda generación'– entrevistados para la primera encuesta de la UE que radiografía a este colectivo.



La Universidad de Comillas y la Universidad de Princeton (EEUU) han presentado esta mañana la primera entrega de un estudio sobre la adaptación social y económica de los hijos de los extranjeros asentados en España. El trabajo se ha centrado en los adolescentes de Madrid y en Barcelona, pero en esta ocasión sólo se han hecho públicos los datos de la capital, obtenidos a partir de las respuestas de 3.375 alumnos de 2º y 3º de la ESO entrevistados en 125 centros públicos y concertados.
El informe concluye que el 50% de los alumnos de colegios públicos detecta que «hay frecuentes peleas entre estudiantes de distintas nacionalidades o razas». Esta misma afirmación es compartida por el 30% de los que asisten a centros concertados.

Asimismo, el 64% de los alumnos de escuelas públicas constata la existencia de pandillas en su centro, algo que también corrobora el 48% de los que estudian en colegios concertados.
«La presenta de pandillas o de conflictos interétnicos en la escuela representa un peligro», ha advertido Alejandro Portes, miembro del Centro de Migraciones y Desarrollo de la Universidad de Princeton y uno de los autores del estudio. «Habrá que ver si son episodios de protesta adolescente o van a tener repercusiones, como en EEUU».

La investigación también detecta una clara brecha entre las aspiraciones y expectativas profesionales de estos jóvenes: el 53% quiere ir a la universidad, pero sólo un 23% confía realmente en acceder a ella.
«Para muchos estudiosos del tema migratorio, esta brecha entre aspiraciones y expectativas ha sido el origen de los conflictos ocurridos en otros países europeos con las segundas generaciones, como Francia y Gran Bretaña», sostiene el estudio.
Y una tercera alerta: la encuesta detecta que los hijos de inmigrantes no ven España como la tierra prometida y ni siquiera está entre sus planes instalarse aquí de forma definitiva.

Por un lado, sólo un tercio de los adolescentes se considera español y se identifica como tal, a pesar de haber nacido en este país. Por otro, más del 40% no tendría interés en quedarse en España y preferiría trasladarse a otra nación del mundo desarrollado, fundamentalmente EEUU.
El informe concluye que estamos frente a un «complejo» panorama. «La relativa escasez de la autoimagen española y la fuerza de identidades y redes sociales étnicas refleja fundamentalmente el carácter reciente de la migración», manifiesta.

Y añade: «Resta por ver si, con el paso del tiempo, progresa el proceso de incorporación cultural, disminuyendo el número de aquellos que sueñan con vivir en Norteamérica u otros países de Europa y aumentando la proporción con una opinión favorable de su país de adopción».