Hemos elegido el nombre de Odiseo porque para nosotros simboliza la figura del inmigrante, de quien recorre el mundo y experimenta la alegría o el dolor que causa la acogida o el rechazo de aquel pueblo que lo recibe. Queremos ser como Alcínoo, rey de los feacios, quien en la Odisea de Homero, recibe a Ulises con estas palabras:
Oíd lo que os digo, las palabras que mi corazón en el pecho me dicta. He aquí un huésped que no sé quién es; llegó errante a mi casa, venga ya de poniente o de donde amanece la Aurora, nos suplica encarecidamente que lo acompañemos.

lunes, 28 de abril de 2008

INMIGRANDES

El pasado 24 de abril se representó en el Teatro Principal de Castellón el monólogo Inmigrandes a cargo de Pepe Garamendy. Lo que a continuación sigue quiere ser, más que una crítica teatral, una exposición de nuestras impresiones tras asistir a dicha representación.

Comienza el espectáculo con un asunto que no tiene nada que ver con el tema de la inmigración, en concreto, el actor, en clave cómica, hace un recorrido por la breve historia de los teléfonos móviles y de cómo los hemos convertido en algo imprescindible en nuestras vidas, cuando hasta hace unos años hemos vivido perfectamente sin ellos. Razón tiene.
En cuanto al espectáculo en sí hemos de decir que, en general se sigue bien. Ya es un mérito captar la atención del público, sin que éste se aburra, durante más de una hora y media. Dicho esto, debemos decir que se hace una reflexión sobre la inmigración en tono cómico, pero basándose en exceso en los tópicos.
Choca que el actor decida establecer distinciones entre los colectivos inmigrantes (ecuatorianos, latinos, Europa del este, marroquíes y subsaharianos). Puede ser efectivo para el desarrollo y la concepción del espectáculo, pero poco prometedor para tener una visión integral del fenómeno.
Está claro que la sociedad de acogida se relaciona de forma distinta con cada uno de los colectivos inmigrantes, pero nosotros vamos más allá y nuestra mirada ve en los colectivos personas, con distintas procedencias, pero que comparten una situación común, como es un proceso migratorio.
Es cierto que hay ideas muy bien lanzadas: los prejuicios, la diferencia de trato entre el inmigrante rico y el pobre, la alusión al turismo sexual, a cómo nos gustan los ritmos latinos, pero no en nuestras comunidades de vecinos, a cómo aguantamos el botellón de los españoles, pero no soportamos el de los inmigrantes, la diferencia entre la compasión que nos produce ver por la televisión al niño que trabaja en pésimas condiciones o la participación en telemaratones y la convivencia real y efectiva con el inmigrante, sus costumbres, su cultura, su idiosincrasia, etc.
Pero nos habría gustado que el espectáculo hubiera tenido más carga de profundidad y se hubiera enfocado el asunto desde una posición más global, haciendo mayor hincapié en la realidad humana de la inmigración.


Sin ánimo de parecer mojigatos, en nuestra opinión, hay un uso demasiado extendido de tacos, nada necesarios para el buen funcionamiento del espectáculo. Tampoco eran necesarias determinadas alusiones a un personaje como es Juan Pablo II, en relación a su enfermedad, alusión metida con calzador en el apartado de los inmigrantes de la Europa del Este. Por desgracia, siempre hay alusiones críticas, irónicas, a veces soeces, y en muchas ocasiones injustas o hechas desde la ignorancia, a la Iglesia, que en este caso no aportaban nada significativo al espectáculo.

En definitiva, es un monólogo que se deja ver y escuchar, pero del que se sale con la sensación de que se podía haber aprovechado mejor para hacer una reflexión más íntima del fenómeno.

miércoles, 9 de abril de 2008

¿Qué oyó Nora?

En un artículo publicado hace apenas una hora, nuestra amiga Olimpia nos aportaba la breve, pero lapidaria opinión de una joven marroquí, de nombre Nora, sobre el discurso del Presidente del Gobierno de España con respecto a la inmigración.
El Presidente pronunció 54 veces la palabra España.
En las 42 páginas que ocupa el discurso, la palabra "inmigración" aparece 4 veces.
Me ha parecido acertado ofrecer íntegra la intervención del Presidente en su primer discurso, con respecto a este asunto, y analizarlo brevemente. Aquí la tenemos:

INMIGRACIÓN
Sr. Presidente, Señorías,

Hay quienes en la inmigración ven sólo un problema. En mi idea de España, la inmigración regulada y ordenada es una oportunidad. Por eso, desde 2004 definimos como elemento clave en la política migratoria la relación laboral, el trabajo. Es el trabajo lo que posibilita la integración del inmigrante, lo que le permite convertirse en un componente más de una colectividad provisto de derechos y de obligaciones.

Por eso, desde hace cuatro años, quienes vienen a vivir entre nosotros han de hacerlo con empleo y de manera legal. Y sostengo que ése es el caso de la inmensa mayoría de los inmigrantes. Y mantengo además que con su trabajo contribuyen a nuestra riqueza económica, social y cultural.

Los análisis de los expertos coinciden en que la inmigración se ha convertido en España en un fenómeno estructural y no coyuntural, que juega un papel fundamental en nuestro crecimiento económico y en la sostenibilidad de nuestro modelo social; hasta el punto de contribuir a hacer sostenible nuestro sistema de pensiones.

Buscaremos, también en esto, el acuerdo. El acuerdo para cifrar nuestra capacidad de acogida. El acuerdo con los países de origen para que la contratación se haga allí preferiblemente. El acuerdo para asegurar la legalidad en la entrada. Y también el acuerdo para garantizar que quien aquí vive disfruta iguales derechos y está sujeto a iguales deberes que cualquier otro ciudadano. Esa es, precisamente, la política de inmigración que hemos hecho durante los últimos cuatro años. Y es la que seguiremos haciendo en los próximos cuatro, si cabe con mayor rigor y convicción. De acuerdo con las Comunidades Autónomas, y especialmente con aquéllas que con más fuerza viven el impacto del fenómeno. Canarias es el mejor exponente.

Seguiremos reclamando y obtendremos la solidaridad de la Unión Europea. Quien llama a nuestra puerta está pidiendo también entrar en Europa. Y por eso, la protección de nuestras puertas concierne a toda Europa.

Seguiremos mejorando los controles de entrada y las expulsiones y repatriaciones. Desplegaremos más medios para controlar las fronteras. Combatiremos las redes de tráfico de personas.

Tendremos, en fin, que promover fórmulas nuevas que incentiven a los inmigrantes que puedan perder su trabajo en los próximos meses a volver a su país para desarrollar allí definitivamente su vida. La capitalización de la prestación de desempleo que hayan generado o la concesión de microcréditos son vías a explorar por el Gobierno con carácter inmediato.

Y también intensificaremos la cooperación con CC.AA. y Ayuntamientos para que ni un solo ciudadano se vea privado de cualquier derecho o ayuda social por la llegada de inmigrantes. Allá donde surjan nuevas necesidades sociales, deberán suplementarse los medios. Los servicios educativos y sanitarios y de toda índole serán redoblados allá donde se incremente la demanda.
Si lo quieren escuchar, aquí lo tienen; empieza a partir del segundo 43.




Ante estas palabras se me ocurren algunas preguntas y comentarios:

1. La primera es un tanto pejiguera y de profundo matiz. Creo que sobra el adverbio "sólo" de la primera frase. El Presidente debería haber dicho: Hay quienes en la inmigración ven un problema. Añadir "sólo" da a entender que ves la inmigración como un problema y como algo más.
2. Obsérvense los adjetivos "regulada y ordenada".
3. ¿Es el trabajo el elemento clave en la inmigración? ¿No es una tesis demasiado, llamémosle, pragmática, economicista? ¿Es el trabajo lo que posibilita la integración del inmigrante y lo que le permite convertirse en un componente más de una colectividad? ¿Es afortunada la expresión "componente más de una colectividad"?
Ya la HOAC ha advertido en muchas ocasiones que el tiempo dedicado al trabajo no puede invadir todo el tiempo de la vida de la persona, ya que es necesario que el trabajador disponga del tiempo necesario para el encuentro con los demás, con la familia y con los amigos y para la participación como ciudadanos en la vida social, cultural y política.
4. ¿No hay demasiada referencia económica (trabajo, pensiones, crecimiento económico, sostenibilidad, contratación, microcréditos) en un apartado de inmigración de un discurso de investidura de un Presidente del Gobierno?
5. ¿El trabajo del inmigrante contribuye a la riqueza social y cultural? Y su propia cultura, ¿dónde queda?, ¿y los valores de los que son portadores? ¿y las referencias a las políticas de fomento de la convivencia entre inmigrantes y autóctonos?
6. Hay que establecer un acuerdo para cifrar nuestra capacidad de acogida. ¿Se refiere con esto el Presidente a que hay que establecer un número de inmigrantes a los que podemos "acoger"?
7. Contratación en el país de origen.
8. Legalidad en la entrada.
9. Esto está muy bien; aunque es de Perogrullo, es importante que el Presidente lo tenga claro y lo manifieste: garantizar que quien aquí vive disfruta iguales derechos y está sujeto a iguales deberes que cualquier otro ciudadano.
10. Luego el Presidente pide ayuda a Europa; con eso de que Quien llama a nuestra puerta está pidiendo también entrar en Europa. Y por eso, la protección de nuestras puertas concierne a toda Europa.
11. Lo de protección de nuestras puertas no suena muy bien. Parece que tengamos miedo a una amenaza.

12. ¿A qué se refiere con "seguiremos mejorando los controles de entrada y las expulsiones y repatriaciones"? ¿Quiere decir que habrá más "mano dura" en las expulsiones y repatriaciones?
13. Esto es muy sintomático: Tendremos, en fin, que promover fórmulas nuevas que incentiven a los inmigrantes que puedan perder su trabajo en los próximos meses a volver a su país para desarrollar allí definitivamente su vida. Fórmulas nuevas que incentiven a volver a su país para quedarse allí. Es decir, si Aurelian Munteanu (nombre que me acabo de inventar, pero tal vez exista) que trabaja en Marina d'Or se queda en el paro de aquí a septiembre, le tendremos que incentivar a que vuelva a Rumanía. Sólo tenemos que hallar la fórmula, que puede ser: capitalización de la prestación de desempleo que haya generado o la concesión de microcréditos.
14. El último párrafo está, creo, dedicado a las voces críticas con la inmigración, a aquéllos que piensan que los españoles van primero, a los que opinan que los inmigrantes colapsan las Urgencias de los hospitales y las consultas médicas o a quienes se quejan de la presencia de alumnos inmigrantes en la escuela pública; en definitiva a quienes creen que la inmigración ha "desprotegido" a los autóctonos:
Y también intensificaremos la cooperación con CC.AA. y Ayuntamientos para que ni un solo ciudadano se vea privado de cualquier derecho o ayuda social por la llegada de inmigrantes. Allá donde surjan nuevas necesidades sociales, deberán suplementarse los medios. Los servicios educativos y sanitarios y de toda índole serán redoblados allá donde se incremente la demanda.

Doloroso testimonio

Una nueva aportación de Olimpia.
Creo que tenemos que recoger los hechos que vamos conociendo; ya veremos qué hacemos, pero que no se nos olviden, ¿no?

Este es el testimonio de X, africano:
"El jueves 27 de marzo, cuando saludaba a unos conocidos en el centro de Castellón, unos policías nos pidieron los papeles... y me detuvieron, ...me encerraron en la comisaría... El viernes me llevaron esposado al despacho del jefe, me explicaron la situación y me dieron un escrito. Estuve encarcelado hasta el lunes 1 de abril, cuando volvió el jefe" (en negrita las palabras que dijo con más dolor).

La frase de Nora

Nuestra compañera Olimpia nos envía esta breve, pero interesante aportación a nuestro blog:


8 de abril, en el Congreso se celebra el debate de investidura del presidente del Gobierno de España. Nora, una joven marroquí de 18 años, me dice, con ojos tristes, "esta mañana he escuchado atentamente todo el discurso de Zapatero, esperaba que dijera algo bueno para los inmigrantes.... no ha dicho nada"

viernes, 4 de abril de 2008

Fenómeno global

Estoy en México y puedo comprobar que la ilusión de muchos jóvenes es emigrar a Estados Unidos. Con varios que he hablado, la razón no es porque aquí pasen hambre, sino porque el consumismo -o mejor, la mentalidad consumista- va ganando campo en todas partes. Uno se marchó para satisfacer el deseo de su mujer de cambiar de coche... y tiene aquí tres hijos y un negocio de carnecería que ha abandonado ... La canción es muy vieja, pero tal vez algunos la conozcais: "El que tiene un peso quiere tener dos... y el de los cincuenta quiere tener cien". ¿Qué sociedad de bienestar basada en el tener cosas materiales, cada vez más y mejores, estamos proyectando? La ayuda mutua, el compadrazgo, la solidaridad, las tierras comunes para trabajar, son otra forma de bien-estar que estoy conociendo en comunidades rurales e indígenas de acá.

miércoles, 2 de abril de 2008

Inmigrantes, ¿avalancha?

Una buena amiga nos ha hecho llegar este powerpoint. Como lo hemos considerado muy interesante y hemos estimado conveniente su presencia en nuestro blog, aquí os lo dejamos:

Dignitat?



Me hago eco de unas reflexiones que nos hace llegar nuestra compañera Olimpia.
Acabe de llegir la nota de premsa (para leer el comunicado, una vez pinchado este enlace, estaremos en la página de Caritas Valencia; sólo tendremos que clicar en el apartado Noticias de la barra lateral superior izquierda) de Cáritas Diocesana de València sobre el tractament que reben les persones inmigrants per part de la policia.
Se m'ha encongit el cor.
Com pot ser que no fem res davant d'aquestes injustícies, d'aquests patiments, davant de tanta indignitat?
Com pot ser que contemplem impassibles com van desapareixent les garanties conquerides amb l'estat de dret?
Per què no portem tot açò a fiscalia?