Hemos elegido el nombre de Odiseo porque para nosotros simboliza la figura del inmigrante, de quien recorre el mundo y experimenta la alegría o el dolor que causa la acogida o el rechazo de aquel pueblo que lo recibe. Queremos ser como Alcínoo, rey de los feacios, quien en la Odisea de Homero, recibe a Ulises con estas palabras:
Oíd lo que os digo, las palabras que mi corazón en el pecho me dicta. He aquí un huésped que no sé quién es; llegó errante a mi casa, venga ya de poniente o de donde amanece la Aurora, nos suplica encarecidamente que lo acompañemos.

martes, 17 de junio de 2008

Inmigrantes: ¿Invasores o ciudadanos? (y IV)

Finalizamos con el presente artículo la serie que hemos dedicado a ofrecer un resumen del número 152 de la revista Cristianisme i Justícia, dedicado a la inmigración y, en concreto, a dar respuesta a 14 tópicos o lugares comunes sobre la inmigración. Reiteramos que de ese cuaderno sólo ofrecemos la pregunta y las conclusiones, pero el desarrollo, rico en ideas, lo invitamos a leer en su fuente original.

10. Se dice que con la inmigración ha aumentado la delincuencia, y basta ver la cantidad de mafias y de mujeres maltratadas y asesinadas entre la población extranjera. ¿Qué relación hay entre inmigración y delincuencia?
La tasa de delincuencia ha subido por debajo del incremento de población debido al flujo migratorio. Un porcentaje sensible de población extranjera en los establecimientos penitenciarios se encuentra en prisión preventiva: medida que se aplica a los extranjeros más que a los españoles. Más allá de las políticas contra la delincuencia, se necesitan políticas sociales que reduzcan los niveles de precariedad, que aumenten la integración social, que sensibilicen a la población para que no identifique indebidamente inmigración y delincuencia, y que ataquen las causas específicas de la violencia doméstica entre la población inmigrante.

11. Se dice que la inmigración es la primera amenaza contra la identidad nacional y cultural de nuestra sociedad.
El reto que se nos plantea es la necesidad de construir juntos una sociedad común e incluyente para todas las personas que formamos ya una misma y única sociedad, desde el respeto a los derechos humanos y desde unos mínimos compartidos de libertad, de justicia y de igualdad. A partir de esta voluntad de convivencia, con un fundamento valorativo y normativo suficiente, cabe gestionar la pluralidad cultural y lingüística; cabe respetar la configuración de identidades comunitarias diversas, cabe encontrar herramientas de comunicación y mediación, de construcción y puesta a punto de la identidad común. Para juzgar del éxito de esta empresa necesitamos observar cómo funciona y se regula la sociedad a lo largo del tiempo.

12. Se dice que hay formas religiosas incompatibles con nuestro sistema de valores y de normas de convivencia democráticas. ¿Qué hacen las confesiones religiosas por la cohesión social?
La asunción del sistema de valores y normas democráticas es asunto de cada persona, ciudadano o ciudadana, y a la vez el resultado de un largo proceso de diálogo social. De ahí la importancia de que los centros de culto y las comunidades religiosas fomenten esta asunción y transmisión del sistema de valores democrático. Para ello, se requiere un cierto liderazgo intelectual que ayude a integrar el sistema de valores democrático en su tradición religiosa viva, para enriquecerse mutuamente. Los discursos que elaboran las comunidades islámicas, hacia fuera y también hacia dentro, mostrarán si empieza a configurarse un liderazgo intelectual. Es importante, en este sentido, cómo se plantean la formación de los que tienen la responsabilidad de orientar ética y religiosamente al conjunto de musulmanes.





13. Se dice que el desarrollo de los pueblos del Sur es responsabilidad de los inmigrantes. ¿Es eso el co-desarrollo?
No demos al co-desarrollo más importancia de la que tiene, ni hagamos de él el eje principal de las políticas de cooperación, pues en tal caso nos equivocamos en el enfoque global del problema del subdesarrollo y desviamos la atención de las principales causas del mismo y de sus soluciones. Y por otra parte, no carguemos en exceso sobre las espaldas del inmigrante responsabilidades que conciernen en mayor medida a los gobiernos y sus administraciones.

14. Se dice que el co-desarrollo tiene que ver con el retorno de la población inmigrante a sus países y con la detención de la fuga de cerebros. ¿Qué relación deben tener las migraciones con el desarrollo?
La relación entre las migraciones y el desarrollo no es unívoca, y depende de cómo se orienten las políticas. En las políticas de co-desarrollo deben pesar tanto una idea del beneficio mutuo de las migraciones para las sociedades de destino y de acogida, como el respeto al protagonismo de los inmigrantes y sus organizaciones. No hay políticas de co-desarrollo sin potenciar redes ampliadas de actores que intervengan en iniciativas de desarrollo. Y las prácticas de co-desarrollo pueden ser de diversos órdenes: económico, ideológico, cultural o de conocimiento.


Hasta aquí este resumen que esperamos haya aportado algo de luz o haya movido a la reflexión o al replanteamiento de ciertas ideas, prejuicios, tópicos sobre la inmigración.

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