En un artículo publicado hace apenas una hora, nuestra amiga Olimpia nos aportaba la breve, pero lapidaria opinión de una joven marroquí, de nombre Nora, sobre el discurso del Presidente del Gobierno de España con respecto a la inmigración.
El Presidente pronunció 54 veces la palabra España.En las 42 páginas que ocupa el discurso, la palabra "inmigración" aparece 4 veces.
Me ha parecido acertado ofrecer íntegra la intervención del Presidente en su primer discurso, con respecto a este asunto, y analizarlo brevemente. Aquí la tenemos:
INMIGRACIÓN
Sr. Presidente, Señorías,
Hay quienes en la inmigración ven sólo un problema. En mi idea de España, la inmigración regulada y ordenada es una oportunidad. Por eso, desde 2004 definimos como elemento clave en la política migratoria la relación laboral, el trabajo. Es el trabajo lo que posibilita la integración del inmigrante, lo que le permite convertirse en un componente más de una colectividad provisto de derechos y de obligaciones.
Por eso, desde hace cuatro años, quienes vienen a vivir entre nosotros han de hacerlo con empleo y de manera legal. Y sostengo que ése es el caso de la inmensa mayoría de los inmigrantes. Y mantengo además que con su trabajo contribuyen a nuestra riqueza económica, social y cultural.
Los análisis de los expertos coinciden en que la inmigración se ha convertido en España en un fenómeno estructural y no coyuntural, que juega un papel fundamental en nuestro crecimiento económico y en la sostenibilidad de nuestro modelo social; hasta el punto de contribuir a hacer sostenible nuestro sistema de pensiones.
Buscaremos, también en esto, el acuerdo. El acuerdo para cifrar nuestra capacidad de acogida. El acuerdo con los países de origen para que la contratación se haga allí preferiblemente. El acuerdo para asegurar la legalidad en la entrada. Y también el acuerdo para garantizar que quien aquí vive disfruta iguales derechos y está sujeto a iguales deberes que cualquier otro ciudadano. Esa es, precisamente, la política de inmigración que hemos hecho durante los últimos cuatro años. Y es la que seguiremos haciendo en los próximos cuatro, si cabe con mayor rigor y convicción. De acuerdo con las Comunidades Autónomas, y especialmente con aquéllas que con más fuerza viven el impacto del fenómeno. Canarias es el mejor exponente.
Seguiremos reclamando y obtendremos la solidaridad de la Unión Europea. Quien llama a nuestra puerta está pidiendo también entrar en Europa. Y por eso, la protección de nuestras puertas concierne a toda Europa.
Seguiremos mejorando los controles de entrada y las expulsiones y repatriaciones. Desplegaremos más medios para controlar las fronteras. Combatiremos las redes de tráfico de personas.
Tendremos, en fin, que promover fórmulas nuevas que incentiven a los inmigrantes que puedan perder su trabajo en los próximos meses a volver a su país para desarrollar allí definitivamente su vida. La capitalización de la prestación de desempleo que hayan generado o la concesión de microcréditos son vías a explorar por el Gobierno con carácter inmediato.
Y también intensificaremos la cooperación con CC.AA. y Ayuntamientos para que ni un solo ciudadano se vea privado de cualquier derecho o ayuda social por la llegada de inmigrantes. Allá donde surjan nuevas necesidades sociales, deberán suplementarse los medios. Los servicios educativos y sanitarios y de toda índole serán redoblados allá donde se incremente la demanda.
Si lo quieren escuchar, aquí lo tienen; empieza a partir del segundo 43.Sr. Presidente, Señorías,
Hay quienes en la inmigración ven sólo un problema. En mi idea de España, la inmigración regulada y ordenada es una oportunidad. Por eso, desde 2004 definimos como elemento clave en la política migratoria la relación laboral, el trabajo. Es el trabajo lo que posibilita la integración del inmigrante, lo que le permite convertirse en un componente más de una colectividad provisto de derechos y de obligaciones.
Por eso, desde hace cuatro años, quienes vienen a vivir entre nosotros han de hacerlo con empleo y de manera legal. Y sostengo que ése es el caso de la inmensa mayoría de los inmigrantes. Y mantengo además que con su trabajo contribuyen a nuestra riqueza económica, social y cultural.
Los análisis de los expertos coinciden en que la inmigración se ha convertido en España en un fenómeno estructural y no coyuntural, que juega un papel fundamental en nuestro crecimiento económico y en la sostenibilidad de nuestro modelo social; hasta el punto de contribuir a hacer sostenible nuestro sistema de pensiones.
Buscaremos, también en esto, el acuerdo. El acuerdo para cifrar nuestra capacidad de acogida. El acuerdo con los países de origen para que la contratación se haga allí preferiblemente. El acuerdo para asegurar la legalidad en la entrada. Y también el acuerdo para garantizar que quien aquí vive disfruta iguales derechos y está sujeto a iguales deberes que cualquier otro ciudadano. Esa es, precisamente, la política de inmigración que hemos hecho durante los últimos cuatro años. Y es la que seguiremos haciendo en los próximos cuatro, si cabe con mayor rigor y convicción. De acuerdo con las Comunidades Autónomas, y especialmente con aquéllas que con más fuerza viven el impacto del fenómeno. Canarias es el mejor exponente.
Seguiremos reclamando y obtendremos la solidaridad de la Unión Europea. Quien llama a nuestra puerta está pidiendo también entrar en Europa. Y por eso, la protección de nuestras puertas concierne a toda Europa.
Seguiremos mejorando los controles de entrada y las expulsiones y repatriaciones. Desplegaremos más medios para controlar las fronteras. Combatiremos las redes de tráfico de personas.
Tendremos, en fin, que promover fórmulas nuevas que incentiven a los inmigrantes que puedan perder su trabajo en los próximos meses a volver a su país para desarrollar allí definitivamente su vida. La capitalización de la prestación de desempleo que hayan generado o la concesión de microcréditos son vías a explorar por el Gobierno con carácter inmediato.
Y también intensificaremos la cooperación con CC.AA. y Ayuntamientos para que ni un solo ciudadano se vea privado de cualquier derecho o ayuda social por la llegada de inmigrantes. Allá donde surjan nuevas necesidades sociales, deberán suplementarse los medios. Los servicios educativos y sanitarios y de toda índole serán redoblados allá donde se incremente la demanda.
Ante estas palabras se me ocurren algunas preguntas y comentarios:
1. La primera es un tanto pejiguera y de profundo matiz. Creo que sobra el adverbio "sólo" de la primera frase. El Presidente debería haber dicho: Hay quienes en la inmigración ven un problema. Añadir "sólo" da a entender que ves la inmigración como un problema y como algo más.
2. Obsérvense los adjetivos "regulada y ordenada".
3. ¿Es el trabajo el elemento clave en la inmigración? ¿No es una tesis demasiado, llamémosle, pragmática, economicista? ¿Es el trabajo lo que posibilita la integración del inmigrante y lo que le permite convertirse en un componente más de una colectividad? ¿Es afortunada la expresión "componente más de una colectividad"?
Ya la HOAC ha advertido en muchas ocasiones que el tiempo dedicado al trabajo no puede invadir todo el tiempo de la vida de la persona, ya que es necesario que el trabajador disponga del tiempo necesario para el encuentro con los demás, con la familia y con los amigos y para la participación como ciudadanos en la vida social, cultural y política.
4. ¿No hay demasiada referencia económica (trabajo, pensiones, crecimiento económico, sostenibilidad, contratación, microcréditos) en un apartado de inmigración de un discurso de investidura de un Presidente del Gobierno?
5. ¿El trabajo del inmigrante contribuye a la riqueza social y cultural? Y su propia cultura, ¿dónde queda?, ¿y los valores de los que son portadores? ¿y las referencias a las políticas de fomento de la convivencia entre inmigrantes y autóctonos?
6. Hay que establecer un acuerdo para cifrar nuestra capacidad de acogida. ¿Se refiere con esto el Presidente a que hay que establecer un número de inmigrantes a los que podemos "acoger"?
7. Contratación en el país de origen.
8. Legalidad en la entrada.
9. Esto está muy bien; aunque es de Perogrullo, es importante que el Presidente lo tenga claro y lo manifieste: garantizar que quien aquí vive disfruta iguales derechos y está sujeto a iguales deberes que cualquier otro ciudadano.
10. Luego el Presidente pide ayuda a Europa; con eso de que Quien llama a nuestra puerta está pidiendo también entrar en Europa. Y por eso, la protección de nuestras puertas concierne a toda Europa.
11. Lo de protección de nuestras puertas no suena muy bien. Parece que tengamos miedo a una amenaza.
11. Lo de protección de nuestras puertas no suena muy bien. Parece que tengamos miedo a una amenaza.
12. ¿A qué se refiere con "seguiremos mejorando los controles de entrada y las expulsiones y repatriaciones"? ¿Quiere decir que habrá más "mano dura" en las expulsiones y repatriaciones?
13. Esto es muy sintomático: Tendremos, en fin, que promover fórmulas nuevas que incentiven a los inmigrantes que puedan perder su trabajo en los próximos meses a volver a su país para desarrollar allí definitivamente su vida. Fórmulas nuevas que incentiven a volver a su país para quedarse allí. Es decir, si Aurelian Munteanu (nombre que me acabo de inventar, pero tal vez exista) que trabaja en Marina d'Or se queda en el paro de aquí a septiembre, le tendremos que incentivar a que vuelva a Rumanía. Sólo tenemos que hallar la fórmula, que puede ser: capitalización de la prestación de desempleo que haya generado o la concesión de microcréditos.
14. El último párrafo está, creo, dedicado a las voces críticas con la inmigración, a aquéllos que piensan que los españoles van primero, a los que opinan que los inmigrantes colapsan las Urgencias de los hospitales y las consultas médicas o a quienes se quejan de la presencia de alumnos inmigrantes en la escuela pública; en definitiva a quienes creen que la inmigración ha "desprotegido" a los autóctonos:
Y también intensificaremos la cooperación con CC.AA. y Ayuntamientos para que ni un solo ciudadano se vea privado de cualquier derecho o ayuda social por la llegada de inmigrantes. Allá donde surjan nuevas necesidades sociales, deberán suplementarse los medios. Los servicios educativos y sanitarios y de toda índole serán redoblados allá donde se incremente la demanda.
1 comentario:
Tu comentario al discurso del presidente me parece de lo mas acertado. A mi tambien me han preocupado, sobre todo, aquellas apreciaciones de que lo unico que cuenta es el trabajo del inmigrante y nuestro bienestar. ¿Que pasa con los niños que no trabajan, o los abuelos que vienen en una reagrupacion familiar, o la acogida por motivos humanitarios, los refugiados politicos...? y seguro que se me olvidan casos...
Antes de las elecciones escuche a bastantes inmigrantes que no tenian el derecho del voto, decir que para la inmigracion era mejor Zapatero que Rajoy. Ahora tendre que preguntarles que piensan despues de su discurso...
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